miércoles, 16 de septiembre de 2009

Donde comienza la realidad

¿Existe mejor complemento para la mateada que los bizcochos Don Satur?

El viejo vikingo engullía cual feroz bestia esos bizcochos cada día. Solo los suspendía, pero temporalmente, para deleitarse con la famosa receta vikingo/pampeana de ambrosía con manteca y dulce de leche. Pero lo hacía intermitente, un manojo de bizcochos por cada ambrosía con manteca.

La poesía está en todos lados, todo el tiempo. Me confesó.

No hacen falta palabras pomposas, ni castillos altos y oscuros con grandes villanos dentro. Solo hace falta el ojo de un buen observador. Ponerlo en palabras es otra cosa, pero la poesía existe independientemente de los poetas.

El obervador es también el actor de la misma. Aquel que vive mirando sin ver es un simple cadáver en un mundo de vivos. No caigas en las redes de ser un ser sin aristas, pero tampoco intentes ser mas complicado de lo que las circunstancias exigen.

"perdone el palaberío es mi forma de expresión..." (José Larralde)

Pido la misma clemencia que Don José hiciera en sus cantos. Si mis palabras vuelan y pierden contacto con la realidad no es por sonar mas complicado, ni siquiera por un concepto estético, creo.

Es porque es mi forma de hablar, de sonreir, de vivir, de amar.

El Vikingo me miró, entonces, como asombrado por la sinceridad de quien acepta un defecto pero se rehusa a cambiarlo por alguna virtud, supuesta.


Entonces, ya caminando hacia la puerta, murmuró;

¿Quien ha visto suficiente como para afirmar que mis palabras son fantasías...?

Viktor mateando

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